14 de mayo de 2014, sala Fun Club, Sevilla.
Hace años que me prometí a mí mismo que no me volvería a perder un concierto porque nadie quisiera ir a verlo conmigo. Así que mi inseparable FZ5 y yo nos fuimos a ver eso tan especial que se suponía que nos iban a dar Pelo Mono y Bob Log III. Sonidos desde la jaula, ponía en el cartel y nada más lejos de la realidad.
Esperaba a Pelo Mono como dúo pero llegaron acompañados del mismísimo Mefistófeles poseído por el ritmo de unas incansables maracas. La batería selvática y brutal confeccionada con elementos tan cotidianos como sorprendentes y la guitarra multiplicándose por cientos de miles para llenar la atmósfera del club que prácticamente se llenó. Perico sacó de su guitarra y sus pedales sonidos que no me podía imaginar que pudiesen estar ahí. Electricidad a raudales, energía, mucha fuerza y un no parar que dejó un ambiente bien caldeado para recibir a Bob Log III.
La noche iba de máscaras y el señor Bob apareció ataviado de un casco con teléfono intercomunicador como bajado de una nave espacial. Tocando la guitarra desde los camerinos se fue abriendo paso entre el público hasta llegar al escenario donde le esperaban un bombo y otros instrumentos de percusión que hacía sonar con los pies mientras tocaba un especie de bues fangoso y altamente corrosivo a un ritmo trepidante. El público enloquecido, el número de subir a una chica a su rodilla mientras tocaba -la otra rodilla se quedó para un Napoleon Dynamite que había allí entregado a la causa desde el primer momento- y finalmente la locura total cuando salíó a la calle a tocar. Concierto peculiar donde los haya; de esos que nunca se olvidan y que cuando vuelven a la memoria nos hacen esbozar una sonrisa y pensar: "sí, estuve allí".
No hay comentarios:
Publicar un comentario